DE ANGULAR
GALERÍA PATRICIA READY
SANTIAGO DE CHILE - AGOSTO 2025

Liliana Iturriaga - de angular

DE ANGULAR, pintura acrílica sobre canvas, 240 x 90 cm, 2025.

TEXTO CURATORIAL

La obra de Liliana Iturriaga se inscribe en la tradición del arte óptico-cinético para, desde allí, potenciar y renovar su legado provocador. Como hicieron los autores que incorporaron el movimiento visual y real a la creación artística, Iturriaga adopta la geometría como un campo de investigación formal con proyecciones vitales, culturales y sociales, con el fin de trascender los efectos puramente estéticos y establecer un diálogo franco con el espectador.


El arte óptico-cinético enfatiza el rol de la percepción en el desarrollo de la experiencia visual, en tanto fenómeno orientado hacia el “ojo desnudo” (es decir, al que asegura la simple capacidad de ver) y no al “ojo cultivado” (es decir, al que ha sido formado por la historia del arte y la cultura). De ahí su vínculo inmediato con las más variadas personas, que encuentran en sus ritmos y variaciones los elementos para la construcción de una actividad participativa y lúdica. En sus versiones más politizadas, la apelación a ese ojo llano, elemental, fue considerada un recurso para la democratización del arte, en contraposición con sus otras versiones más complejas y elitistas. Hoy ese mandato quizás no sea tan urgente; no obstante, todavía está activo el potencial liberador que suscita el encuentro con las obras más allá de cualquier vínculo o significado preestablecido.


En sus últimas producciones, Liliana Iturriaga incentiva esos lazos entre obras y público mientras lleva adelante una transformación de sus propios sistemas compositivos. Los círculos de sus trabajos anteriores dan paso ahora a las formas angulares, que promueven dinamismos visuales más intensos. La repetición de patrones en sucesiones extensas genera deslizamientos fluidos que exigen desplazamientos concomitantes del observador. Sobre esos patrones, la artista ubica, con frecuencia, figuras y líneas gestuales que se desprenden del plano, enriqueciendo los efectos ópticos, las superposiciones planeadas y las intersecciones fortuitas. Otro punto destacable son las escalas de algunas de las obras que establecen relaciones inevitables con la arquitectura, y enlaces físicos, envolventes, con los espectadores cercanos. Esas dimensiones reniegan de la condición de pintura-ventana como espacio contenido para dar lugar a una imagen desbordada y expansiva.


Con este nuevo paso, Liliana Iturriaga pone de manifiesto no sólo la consistencia y vitalidad de las investigaciones geométricas, sino, además, la fuente inagotable de sus ideas plásticas, su capacidad creadora y su convicción de que el arte no sucede si no es en el intercambio sensorial, emocional y comunicativo con el espectador.



RODRIGO ALONSO

CURADOR DE LA MUESTRA